20 de agosto de 2003
LA VERDAD NOS HARA LIBRES
Estaba Anunciado que el 28 de Agosto se nos entregaría el informe de la Comisión
de la Verdad, y por razones, que ojalá sean solamente coyunturales, se ha retrasado al día dos de Septiembre.
Desde que se formó dicha Comisión, ha tenido que ir sorteando dificultades, no
solo las que nacen de un encargo delicado y difícil de cumplir, dijéramos
intrínsecas a ella misma, sino externas a ella. En la primera audiencia pública
de Ayacucho ya tuvieron que enfrentar a un grupo de manifestantes del APRA, que
se oponían a la Comisión y a la composición de sus miembros. Luego hemos tenido
toda clase de apreciaciones según el P. Hubert Lansiers unas provocadas por la
ignorancia y otras por la "mala leche" (Dominical Domingo.10-08-03 La
República).
Me pregunto si habrá personas que se crean que en una cosa tan seria, como es
la VERDAD sobre lo que pasó en nuestro país en esos 20 años de guerra fraticida,
en donde murieron tantos inocentes y de manera tan brutal, donde se torturó a
hermanos y hermanas nuestros, donde se podía perder la vida destrozado por un
coche bomba, donde después de asesinarte, simplemente por ser dirigente,
estallaban una granada en tu cuerpo, o donde desaparecieron
varios miles de personas y otros miles fueron ejecutados extrajudicialmente,
donde han quedado tantos huérfanos y viudas, me pregunto que si habrá personas
que se crean que ha sido manipulada la información, que se están diciendo
medias verdades, que hay intencionalidad política, para perjudicar a unos o
favorecer a otros. Y lo que es peor, que
haya personas que piensen que es mejor voltear la página, olvidar y perdonar
sin más. Como si para perdonar no tuviéramos que conocer la verdad y sobre todo
pedir perdón.
Sin VERDAD tampoco puede haber justicia, y sabemos que en esos años ha habido
muchas injusticias, y sobre las clases más empobrecidas y excluidas del país. Es
importante no solo para los perjudicados directos por la violencia, que tienen
derecho a saber la verdad, a que se haga justicia y que se den las condiciones
de reconciliación, es importante para el país
entero para ud. y para mi, porque todos tenemos derecho a conocer a nuestra verdad,
porque es la verdad de nuestro país, aunque nos duela, pero sobre todo para que
no vuelva a pasar.
Pero hay intereses políticos, sobre todo de los partidos que estuvieron en esos
años en el poder, que no quieren que conozcamos la VERDAD, y está resultando,
como en el juego político ordinario, que los intereses políticos partidarios y
de corto plazo, entran en conflicto con el bien común del país, finalidad de
toda política, y el largo plazo. Y el juego no es solapado sino abierto, tan
abierto que fueron capaces del pifiar al Presidente de la República, cuando en
su mensaje del 28 de Julio, hizo una mención honrosa, aunque escueta a la
Comisión de la Verdad.
Cuando de violación de Derechos Humanos se trata no se debe voltear la página,
porque lo que le pasa a una persona humana, nos está pasando a todos los
humanos aunque no nos demos cuenta o ahora no lo sintamos. Y para la violación
de los Derechos Humanos y su castigo no hay fronteras ni continentes del Sur o
del Norte. Allá donde exista una persona humana violada en sus derechos, allá
querámoslo o no estamos nosotros, cada uno de
nosotros, y ninguno de nosotros queremos estar otra vez en Accomarca o en Tarata.
Por eso es bueno conocer la VERDAD, reflexionar sobre ella, señalar a los
culpables directos e indirectos y reconciliarnos, perdonar, lo que no quiere
decir que dejen de cumplir su condena.
Nos ha parecido burdo el chantaje de los EEUU, que condiciona las ayudas a los
países necesitados, a que firmemos en blanco para que sus soldados, que se
excedan y violen los DDHH, no sean sometidos a la Corte Penal Internacional. No
hagamos lo mismo con la Comisión de la Verdad. No volteemos la página, no
firmemos en blanco, por bien del país, por el bien de cada uno de nosotros y
sobre todo PARA QUE NO SE REPITA.
La Comisión de la Verdad nos ofrece la posibilidad de ganar un espacio más de
liberta. No la perdamos, porque LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.
Jaén, 18 de Agosto del 2003
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