Defienden La Vida
Un informe sobre los impactos medioambientales, sociales y culturales de Minera Yanacocha S.R.L.
Federación de
Rondas Campesinas del Norte del Perú
Project
Underground
Diciembre de
1999
Se descubrió mucha información con relación a
problemas medioambientales, sociales y culturales causados por las maniobras de
Minera Yanacocha. Este informe revela un patrón constante y continuo de contaminación
del agua por muchos años, con pleno conocimiento tanto de la compañía como del
gobierno peruano. Esta contaminación ha amenazado seriamente la salud y el
sustento de las comunidades campesinas alrededor de la mina.
Quizás el aspecto más inquietante de la información
documentada en este informe es el descuido completo que la MYSA ha demostrado
por el bienestar económico, físico y medioambiental de los miles de campesinos
que viven cerca de la mina. Se manifiesta esta actitud de muchas maneras y durante
todo el proyecto. Estos campesinos se encuentran entre las personas más pobres
y más vulnerables en todo el Perú, y la MYSA ha claramente explotado esta
vulnerabilidad para satisfacer sus propios intereses.
Se espera que este informe le llevará a la
conciencia pública la realidad de la Minera Yanacocha, y por eso asistirá a los
que se han visto afectado más, para reparar algunos de los daños causados en
sus vidas.
Este informe pretende identificar y presentar los
impactos sociales y medioambientales más significantes de las actividades de la
Minera Yanacocha en la Provincia de Cajamarca, en el Andes del norte de Perú.
La investigación tomó en cuenta información oficial, estadística y cuantitativa
así como las experiencias cualitativas de comunidades afectadas, principalmente
las comunidades campesinas alrededor de la mina pero también la población del
pueblo de Cajamarca. Esta información
forma la base para una comparación con las normas nacionales e internacionales
con las cuales la compañía debe cumplir o con las cuales asegura cumplir.
Este informe no pretende ser una valoración
comprensiva de los impactos de Yanacocha, tanto positiva como negativa. Sin
embargo, contiene mucha información previamente desconocida por el dominio
público y documenta, de manera antes no expresada, las experiencias de las
comunidades afectadas
Los investigadores y autores de este informe, Andrew
Burke y Alison Gibbins, son ambos graduados en Ciencia (Manejo del Recurso) y
Leyes de Macquarie University, Australia. Ambos tienen experiencia en activismo
social y medioambiental desde el Sindicado Nacional de Estudiantes (en
Australia) a la Fundación australiana de Conservación, y han trabajado en leyes
medioambientales y política medioambiental respectivamente. Concibieron y
redactaron este informe de manera voluntaria durante un período de ausencia
extendida de sus empleos presentes en Australia.
Este informe fue auspiciado y publicado
conjuntamente por la Federación de Rondas Campesinas del Norte de Perú, y
Project Underground de Berkeley, California, EE.UU.
La Federación de Rondas Campesinas del Norte de Perú
(FEROCAFENOP) es la organización representativa de campesinos, compuesta de
organizaciones afiliadas en las siete departamentos del Norte de Perú: Piura,
Tumbes, La Libertad, Amazonas, Lambayeque, Cajamarca, y Ancash. Reconocida en
el Código Civil y la Constitución de Perú (artículo 149), FEROCAFENOP es una
organización representativa sin ánimo de lucro que administra Justicia
Campesina, emprende capacitación en conservación medioambiental, promueve la
cultura indígena, y trabaja para mejorar el bienestar de las comunidades
campesinas. Se preparó este informe bajo los auspicios del Departamento de la Federación
de Cajamarca.
Project Underground es una organización sin ánimo de
lucro no-gubernamental basada en Berkeley, California que trabaja para ser un
vehículo para los movimientos medioambientales, de los derechos humanos y de
los derechos indígenas, para llevar a cabo campañas enfocadas en contra de
actividades abusivas en la extracción de recursos.
Minera Yanacocha es un dispositivo de lixiviación
con múltiples pilas, produciendo oro y plata únicamente para la exportación.
Los trabajos de construcción empezaron el 23 el julio de 1992 en presencia del
Presidente peruano Alberto Fujimori, y las primeros barras de oro fueron
producidas en 1993. El mineral se desprende con explosiones diarias de
dinamita, y entonces se amontona en grandes plataformas de lixiviación para
tratarlo con solución del cianuro. La alta porosidad del mineral significa que
no requiere ser aplastado antes del proceso de lixiviación. Se procesa entonces
la ‘solución impregnada’ así producida para quitar el oro y plata. Las
propiedades ocupadas por MYSA suman aproximadamente 25.000ht, lo que hace de
esta propiedad la minería más grande de América del Sur. El área de actividad
actual está ubicada aproximadamente a 18 kilómetros en línea recta o aproximadamente
a 32 kilómetros por carretera al noreste del pueblo de Cajamarca, que se
encuentra aproximadamente a 850 kilómetros por carretera de la capital, Lima.
El terreno de la mina está ubicado entre 3.000 y 4.600 metros sobre el nivel
del mar, en terreno inclinado y escabroso y cruza la divisoria continental.
Numerosos arroyos pequeños salen del área de la mina, comprometiendo las
fuentes de dos ríos importantes: el Llaucano, un afluente del Río Marañón que
fluye hacia el Océano Atlántico por la cuenca del Amazonas, y el Jequetepeque
que fluye hacia el Océano Pacífico. El Río Cajamarquino menor también tiene su
orígenes dentro del área, y se une finalmente con el Río Marañón después de
pasar cerca del pueblo de Cajamarca. El Río Porcon, mencionado abajo, sale del
área de la mina y es un afluente del Río Cajamarquino.
Está claro que la producción de oro ha crecido
rápidamente durante la vida del proyecto, de 334.000 onzas en 1994 a
aproximadamente 1.050.000 onzas en 1997 y aproximadamente 1.300.000 onzas en 1998.
Con proyectos nuevos como La Quinua, la expansión del sitio de Carachugo y la
integración del complejo Cerro Quilish / Cerro Negro, se presume que la
producción continuará creciendo en los próximos años. Aunque varios informes
producidos sobre los costos por onza de MYSA estaban en conflicto, se acepta
generalmente que los costos son bajos comparados con las normas mundiales. Con
tal producción la Minera Yanacocha se ha vuelto el productor más grande de oro
en América Latina, y ha hecho de Perú el país productor de oro principal en la
región.
Los estudios de MYSA han identificado
aproximadamente 6.000 campesinos que viven en el área de influencia de la mina,
con una tasa de crecimiento de la población de aproximadamente 2,7% anual. No
es posible calcular el número total de campesinos desplazados por la MYSA
porque ninguno de los documentos de valoración proporciona esta información,
una deficiencia significante. Sin embargo FEROCAFENOP estima que
aproximadamente 2.500 campesinos han sido desplazados involuntariamente durante
la vida del proyecto.
El número de obreros directamente empleados por la
MYSA fluctúa dramáticamente dependiendo de si es un período activo de
construcción. Aproximadamente se emplean a 400 personas normalmente, de las
cuales el 40% provienen del valle de Cajamarca, aumentando a aproximadamente
3.500 durante períodos de construcción, de las cuales el 49% provienen del
valle de Cajamarca. MYSA estima que aproximadamente 3.500 obreros más son
empleados por compañías subcontratadas por la MYSA.
La MYSA es una empresa colectiva entre Newmont Gold
Corporation, con 51,35% de acciones, Condesa, una subsidiaria de la compañía
peruana Minas Buenaventura con 43,65% y la Corporación Internacional de
Finanzas del Grupo del Banco Mundial, que mantiene 5% de acciones. Aunque MYSA
es la operadora de la mina, Newmont ha sido contratada para proporcionar
servicios de administración.
Existe una larga historia de conflicto entre la MYSA
y las comunidades locales. La Federación de Rondas Campesinas era entre los
primeros en expresar preocupaciones acerca de los tratos de la compañía,
reflejando los precios injustos y las prácticas poco éticas utilizados por la
MYSA en las compras de tierra desde el principio. Ya en 1993, campesinos
desplazados llevaron sus quejas a la Iglesia católica, que adoptó su causa y
buscó indemnización por ellos. No obstante, se debe notar que tanto la
FEROCAFENOP como la población de campesinos en general inicialmente se
acercaron a la mina con optimismo, interesados obviamente en el potencial
percibido por un proyecto tan masivo que podía mejorar la calidad de vida de
algunas de las personas más pobres de Perú.
La posición actual de FEROCAFENOP, reflejando las
opiniones de las comunidades que representa, con respecto a la Minera Yanacocha
es muy clara. Una asamblea de Rondas Campesinas organizada en Cajamarca el 20
de septiembre de 1999 aprobó unánimemente una moción en oposición a más
explotación, y resolvió apoyar demostraciones futuras en contra de la mina. Se
publicó esta posición en El Clarín, un periódico de Cajamarca, el 8 de octubre.
Un congreso regional de Rondas Campesinas que congregó en Cajamarca del 21 al
24 de junio de 1999, identificó los siguientes problemas con la Minera Yanacocha:
precios injustos pagado por la tierra, obras de desarrollo prometidas y no
realizadas, promesas de obras no cumplidas, reducción del flujo de agua para
las comunidades de campesinos río abajo, uso de tierras sin permiso por la
MYSA, contaminación de canales y contaminación de polvo excesiva. En otro
periódico de Cajamarca, El Cumbe, también en 8 de octubre de 1999, Segunda
Castrejón Vallejo, Presidenta de la Federación de Rondas Campesinas Femininas
del Norte de Perú, declaró la intención de la población local de campesinos
para defender Cerro Quilish de la explotación con sus vidas, si fuera
necesario.
En los últimos tres meses, de octubre a diciembre de
1999, existió un incremento marcado en la oposición pública a las operaciones
de la MYSA entre la población no campesino de Cajamarca. Esta oposición ha sido
enfocada en la explotación propuesta del proyecto Cerro Quilish/ Cerro Negro,
que tiene el potencial de contaminar el suministro de agua para la ciudad de
Cajamarca. La oposición a la explotación del Cerro Quilish, y apoyo para la
campaña de FEROCAFENOP, se ha extendido entre los partidos políticos y
movimientos principales en Cajamarca.
El 9 de diciembre de 1999 se organizó una enorme
manifestación de campesinos en la entrada del terreno de la MYSA,
aproximadamente 6.000 personas según El Cumbe. Se entregó el planteamiento de
las comunidades campesinas representadas al gerente general de la MYSA, Carlos
Santa Cruz: que se rechaza unánimemente la explotación de La Quinua, Cerro
Quilish y Cerro Negro, y que la MYSA no constituye una fuente de desarrollo,
sino que genera pobreza, desposee a los campesinos y crea problemas sociales.
Durante los seis años de funcionamiento de la Minera
Yanacocha (1993-1999) la preocupación local acerca de los impactos
medioambientales de la mina ha ido aumentando gradualmente. Se ha aclamado el
funcionamiento de Newmont como un ejemplo brillante de la nueva industria
minería favorable al medio ambiente, con la sensibilidad medioambiental siendo
un principio fundamental del diseño, desarrollo, funcionamiento y
rehabilitación de la mina. Sin embargo, la imagen local de la compañía se vino
empañando gradualmente, y las preocupaciones que han sido expresadas por mucho
tiempo en las comunidades de campesinos locales comienzan a despertar mayor
interés.
Fauna y
Flora
Las varias valoraciones de impacto medioambiental
emprendidas por la MYSA subestiman los
recursos biológicos en el área del proyecto. Se crea deliberadamente la
impresión de que es una área de poca biodiversidad. Sin embargo, en entrevista
con el investigador Dr. Homero Bazán Zurita, el autor del estudio oficial de la
flora y fauna en 1994, declaró que es una área de gran biodiversidad. Su ensayo
del 1994 encontró aproximadamente 250 especies de plantas y aproximadamente 50
especies de vertebrados en los 20 kilómetros cuadrados del área de estudio, en
un período de estudio de 12 meses. No se hizo ningún estudio de invertebrados.
Se integró a su ensayo subsiguientemente en el libro "Jalca de Oro,"
financiado por la MYSA. Este libro documenta que se encontraron 5 especies de
ranas o sapos en el área del proyecto, así como trucha (arco iris) introducida. Esto es significante dado que la MYSA ha
rechazado que sapos o peces alguna vez existieron en las zonas vacías. No se ha
realizado ningún estudio adicional de flora o fauna desde 1994, a pesar del
hecho que el estudio original cubrió sólo 20 kilómetros cuadrados de los
proyectos Carachugo y Maqui Maqui. La MYSA por consiguiente no tiene idea si
sus operaciones han tenido más impactos adversos en la fauna o flora cuando
éstas se extendieron.
El Ministerio de Pescaría ha investigado
desapariciones de truchas en por lo menos un río que fluye desde el sitio de la
mina, sin embargo debido al lapso no pudo determinar conclusivamente la causa
de las extinciones locales. Según el Ministerio de Pescaría, la trucha ‘arco
iris’ adulta puede tolerar un pH tan bajo como 5 (agua ácida) por períodos
cortos, aunque exposición por más de varios días resultará en la muerte. Se
considera fatal a una exposición a niveles de pH a por debajo de 5. Cabe notar
que un pH de 5,0 es el valor mínimo permitido por el Ministerio de Energía y
Minas para las actividades de la MYSA. Como este informe demuestra, la MYSA ha
violado esta norma de manera sistemática.
Un tema recurrente en las entrevistas realizadas con
campesinos afectados por la MYSA es la reducción en la cantidad de agua que
fluye en los arroyos y canales que provienen del terreno de la mina. Muchos
entrevistados hablaban de tal reducido flujo de agua, con el flujo reducido
constantemente o esporádicamente y las privaciones creadas en consecuencia.
Para muchos el resultado ha sido una capacidad reducida para irrigar y por
consiguiente un reducido rendimiento agrícola. Los tamaños de las parcelas de
tierra propiedades de muchas familias de campesinos ya es marginal, y cualquier
reducción en rendimiento con gran probabilidad resultará en una pobreza
exacerbada y deficiencias nutritivas relacionadas. El flujo reducido
seguramente también ha contribuido a la pérdida de recursos acuáticos tal como
las truchas y los sapos.
La MYSA tiene permiso para retirar 0,65 litros de
agua por segundo de la laguna Plateros, y a 0,20 litros por segundo de la
laguna Yanacocha. En agosto de 1994 Leonard Harris, entonces gerente General de
la MYSA, escribió al Ministerio en apoyo de la aplicación de la MYSA para
aumentar su cuota de usa para las aguas de la laguna Yanacocha de 0,15 a 0,20
litros por segundo, anotando que la MYSA había construido un dique en la laguna
para retener 120.000 metros cúbicos de agua adicionales, por eso aumentando la
capacidad de almacenamiento total de la laguna a 263.000 metros cúbicos.
Harris siguió declarando que aparte de los
requisitos de agua para el procesamiento de los minerales, la MYSA requiere
2.400 metros cúbicos de agua anualmente para las oficinas administrativas y los
baños, 2.000 metros cúbicos anualmente para usar en caso de fuego y otros 2.000
metros cúbicos anualmente para otros usos misceláneas.
La aplicación informa que la descarga natural de la
laguna Yanacocha es de 0,30 litros por segundo, de los cuales la MYSA pidió y
recibió permiso para usar 0,20 litros por segundo, o dos tercios del total. No
es difícil de ver porqué las comunidades de campesinos agua abajo se han
quejado de un reducido suministro de agua.
Las poblaciones campesinas que viven en el área alrededor
de la mina son muy vulnerables a los impactos adversos en su suministro de
agua. La mayoría vive sin agua potable y depende de los canales de agua
naturales para todas sus necesidades de agua: bebida, cocina, lavado, riego de
animales e irrigación. Hasta en las comunidades que tienen un suministro de
agua potable, las personas todavía se ven forzadas a beber de las fuentes de
agua naturales, por ejemplo cuando se encuentran a una distancia significativa
del pueblo, están trabajando en sus campos o van a visitar a miembros
familiares o amigos. Estas comunidades ya viven en una pobreza extrema, y aún
unos cambios mínimos en la cantidad o calidad de su suministro de agua puede
tener impactos dramáticos en la calidad de su vida.
La gran mayoría de los campesinos entrevistados
habló de la contaminación del agua en una forma u otro. Se describió el agua
que fluye desde la mina como teniendo un olor y sabor podrido, amarillo o café
en su apariencia, llevando contaminantes de superficie tal como basura o
alcantarillado, y causando enfermedades tanto en animales como en personas.
Algunos entrevistados han reportado reducciones drásticas en el rendimiento
agrícola hasta del 50% debido al suministro de agua reducido y/o contaminado,
obligándolos a usar los escasos recursos financieros para comprar.
El Ministerio de Energía y Minas en 1994 identificó
el potencial de contaminación del agua saliendo del terreno de la mina MYSA, en
un informe interior al director general de Minería evaluando el estudio de impacto
medioambiental complementario para el proyecto Carachugo. El informe identificó
tres posibles impactos: un aumento en sedimento en los canales saliendo del
terreno del proyecto, filtración y goteo potencial de cianuro y de otras
soluciones del proceso y un potencial desagüe ácido de las pilas de mineral
gastado y piedra desechada. Esta valoración todavía aplica hoy como un resumen
exacto de los problemas de contaminación del agua saliendo de la Minera
Yanacocha.
Durante el curso de la investigación, se recibieron
resultados de pruebas de agua por varias fuentes diferentes. El Ministerio de
Energía y Minas en Lima suministró muestras de datos de la calidad de agua que
había coleccionado y archivado electrónicamente, y también proporcionó acceso a
archivos que contuvieron resultados de varias pruebas realizadas tanto por la
MYSA como por los equipos de inspección y de auditoría contratados por el
Ministerio. En total esto resultó en 143 juegos individuales de pruebas, del
pH, el total de sólidos suspendidos y disueltos y de varios metales pesados
pertinentes, de 41 diferentes puntos de supervisión. Estas pruebas forman el
bulto de datos coleccionados sobre la calidad de agua.
Además, se recibieron resultados de pruebas
emprendidas por el Ministerio de Salud en pro de varias comunidades campesinas
afectadas por la mina, así como los resultados de pruebas realizadas por el
Ministerio de Salud sobre la calidad del suministro de aguas tratadas dentro de
la ciudad de Cajamarca a finales de 1998 y al principio de 1999.
En 1999, contestando a la preocupación pública por
la contaminación del agua causado por mina, se estableció un comité para
supervisar un proceso imparcial de evaluación de la calidad de agua y presentar
estos resultados al público. El comité, conocido como la Comisión Técnica y
Científica para Evaluar la Calidad del Agua de Cajamarca (Comisión Técnica y
Científica), consta de representantes de varios ONGs, de la Universidad
Nacional de Cajamarca, del Ministerio de Salud, de SEDACAJ, de la Municipalidad
y de la MYSA. Los resultados de la primera serie de análisis emprendidas por
esta comisión, realizadas en octubre de 1999, también fueron incluidos en este
estudio.
También de los archivos del Ministerio de Energía y
Minas, los investigadores recibieron los resultados de un estudio hecho por la
SUNASS (Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento), una autoridad
de la salud nacional peruana. Se han incluido los resultados de estas pruebas,
y la correspondencia asociada entre la MYSA, la SUNASS y el Ministerio.
Finalmente se descubrió los resultados de una prueba
realizada por la SEDACAJ, el suministrador de aguas tratadas para la ciudad de
Cajamarca, y analizado por la Universidad peruana de Biólogos.
Analizando estos resultados, es obviamente necesario
tener un juego de normas con que compararlos. En este respecto existe una
confusión considerable acerca de las normas que de hecho aplican. Se
identificaron tres juegos diferentes de normas aplicados por el Ministerio de
Energía y Minas (el Ministerio), así como dos diferentes juegos de normas
usados por la MYSA. Además hay las normas establecidas por la ley peruana que
consta de cinco clases de uso, y las normas para el agua potable establecidos
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), citadas en varios puntos tanto
por la MYSA como por el Ministerio de Salud. Ninguno de éstos diferentes juegos
de normas son idénticos en cada respeto, aunque obviamente hay puntos comunes.
En general, todas las normas empleadas, sea por el
Ministerio o por la MYSA, son menos severo en la mayoría de respetos que las
normas máximas aceptables de la OMS.
A pesar de las normas poco estrictas empleadas tanto
por el Ministerio como por la MYSA, los resultados de las pruebas revelan que
el agua que sale del terreno de la mina frecuentemente ni puede alcanzar
aquellas normas. Todos los resultados obtenidos de las diferentes categorías demuestran
unas violaciones de todas las normas.
La MYSA ha conducido un programa de pruebas de agua
en más de cincuenta puntos adentro y alrededor del terreno de la mina desde que
comenzó operaciones.
El hecho de que las pruebas ocurrieron sólo tres vez
al año claramente pone en cuestión la integridad del programa entero. Si
hubiera habido un problema con desagüe ácido de la mina, fugas de sedimento o
contaminación por metales pesados, es posible que no hubiera sido detectado por
hasta tres meses. Esta información suministrada al Ministerio también consta
que cianuro es un valor analizado, una aserción no reflejada en los resultados
de las pruebas reales. Que una mina de oro con lixiviación no comprueba sus
aguas de descarga y las aguas alrededor de la mina por cianuro parece a los
investigadores una omisión seria.
Una vez instalada la planta de tratamiento de las
aguas ácidas en 1997, al parecer se analizó las aguas saliendo de esta planta
aproximadamente una vez por semana.
Quizás los resultados más exactos e importantes son
los del punto de supervisión designado por la AWTP, o la planta de tratamiento
de las aguas ácidos. Se realizan estas pruebas en la salida del último estanque
de sedimentación, el paso final en el proceso de tratamiento. Las pruebas son,
en otro palabras, del agua tratado cuando sale del terreno de la mina y entra a
los canales locales. Se descarga el agua de la planta en el Quebrada
Encajon.
En los resultados obtenidos, de 28 pruebas separadas
del 21 de agosto de 1997 al 27 de mayo de 1999, los valores del pH excedieron
todas las normas en cinco ocasiones, el total valor de sólidos suspendidos
excedió todas las normas en 23 ocasiones, los valores para el total de sólidos
disueltos excedieron todas las normas en todas las 28 ocasiones, los valores
para cadmio excedieron todas las normas dos veces, los valores para cobre
excedieron todas las normas en tres ocasiones, los valores para hierro
excedieron todas las normas en tres ocasiones, los valores para mercurio
excedieron todas las normas una vez, los valores para calcio excedieron todas
las normas en 12 ocasiones, los valores para manganeso excedieron todas las normas
en veinte ocasiones, los valores para sodio excedieron todas las normas en 17
ocasiones y los valores para sulfato excedieron todas las normas en todas las
28 ocasiones.
En total se traspasaron los niveles máximos
admisibles de la OMS 159 veces, y por lo menos una de las normas usadas por el
Ministerio o la MYSA 166 veces, incluso además de las substancias listadas
arriba traspasos del máximo valor para arsénico, plomo y cinc. Vale anotar que
no se comprobó los valores para cianuro y aluminio.
El simple número de tiempos que se
violaron ciertas normas no cuenta toda la historia. Muchas de estas violaciones
no fueron violaciones menores, de hecho los valores registrados eran muchas
veces más que las normas aceptables. Por ejemplo, la OMS permite un máximo de
1500 partes por millón (ppm) para el total de sólidos disueltos, con un máximo
recomendado de 500 ppm. Esta norma es de hecho más alto que lo permisible para
el Ministerio (1000 ppm). Los 28 valores registrados para esta norma tenían un
mínimo de 2318 ppm, un máximo de 8076 ppm, y un promedio de 4536,75 ppm. En el
caso del total de sólidos suspendidos, la OMS no ha establecido normas, aunque
el Ministerio tiene un máximo aceptable de 50 ppm. Las 23 violaciones de esta
norma tienen un mínimo de 60 ppm, un máximo de 3984 ppm, y un promedio de
1271,26 ppm.
Estos resultados coincidan con testimonio de los
campesinos hablando de agua con tan alta carga de sedimento que el agua se
volvió inútil para beber o irrigar. También son consistente con el hecho de que
la SEDACAJ tuvo que enfrentarse con una carga de sedimento más alta en su
planta de tratamiento El Milagro desde 1993, el año en que la Minera Yanacocha
empezó operaciones, y como revelan las pruebas del Ministerio de la Salud, no han
sido capaz de dominar plenamente esta situación. Cargas de sedimentos de este
tamaño, documentadas por las propias pruebas de la MYSA, tienen el potencial de
no solamente destruir la viabilidad de la agricultura de subsistencia
practicada por las comunidades campesinas cerca de la mina, sino también de
erradicar la vida acuática incluyendo ranas y peces, como documenta el
testimonio de los campesinos.
En el caso del cobre, la OMS tiene un máximo
aceptable de 1 ppm, equivalente al valor más alto permitido por el Ministerio,
y un máximo recomendado de 0,05 ppm. El 14 de abril de 1998 se registró un
valor para cobre de 8,0 ppm, y el 23 de abril de 1998 se registró un valor de
10,8 ppm.
En el caso del hierro, el máximo valor aceptable de
la OMS es de nuevo 1,0 ppm, con un máximo recomendado de 0,1 ppm. El máximo
permitido por el Ministerio es 2,0 ppm. El 7 de abril de 1998 se registró un
valor de 47,0 ppm, el 14 de abril 47,5 ppm y el 23 de abril se registró un
valor de 71,5 ppm.
En el caso de
los sulfatos, para el cual la OMS no ha establecido normas, pero para el
cual el Ministerio tiene una norma máxima de 250 ppm, las veintiocho
violaciones de esta norma tienen un mínimo de 961 ppm, un máximo de 6308,2 ppm,
y un promedio de 3011,04 ppm.
Se obtuvieron resultados de pruebas para los
siguientes lugares: Río Colorado, Lago Totora, Quebrada Shacsa, Quebrada
Chaquicocha, Quebrada Encajon, Quebrada San José, Quebrada Yanacocha, Lago
Plateros, Lago San José (Superior), Lago Yanacocha, Quebrada Arnacocha (por
debajo de aguas altas), Quebrada Arnacocha (arriba de Ocucha), Quebrada Ocucha
Machay, Quebrada Pampa Larga (línea del cerco), Quebrada Totora, Descarga de
los Lagos Maqui Maqui, Quebrada Vizcacha, Barrida del Quebrada Arnacocha, Lago
Cushuro y un lugar en cada uno de los 5 lagos Maqui Maqui, un total de 52
juegos individuales de pruebas en 24 lugares.
En estas 52 pruebas, se excedieron todas las normas
para el pH en 26 ocasiones, o precisamente la mitad de veces. Quiere decir, la
mitad de veces el pH estaba por debajo de 5.0, la norma más baja aceptada por
el Ministerio y considerablemente por debajo de la norma mínima de 6.5 para
agua potable de la OMS. En seis ocasiones el pH registró un valor por debajo de
4.0. Según el Ministerio de Pesca en Cajamarca la trucha introducida no puede
sobrevivir en agua más agrio que con un pH de 5,0. Se excedieron todas las
normas para el total de sólidos suspendidos en 18 ocasiones, y se excedieron
todas las normas para el total de sólidos disueltos en cuatro ocasiones. Se
excedieron todas las normas para cobre en siete ocasiones, se excedieron todas
las normas para hierro en 13 ocasiones, se excedió la norma máxima admisible de
la OMS para plomo una vez, se excedió la norma máxima admisible de la OMS para
mercurio cuatro veces y se excedieron todas las normas para mercurio una vez,
se excedieron todas las normas para cinc una vez, se excedió la norma máxima
admisible de la OMS para selenio en 12 ocasiones y se excedieron todas las
normas dos veces y se excedió la norma máxima admisible de la OMS para
manganeso en 29 ocasiones y se excedieron todas las normas en 13
ocasiones.
Es claramente visible en estos resultados que las
aguas contaminadas corriendo de la planta de tratamiento de las aguas ácidas y
de otras salidas del terreno de la mina contaminan los canales agua abajo del
terreno de la mina. Vale anotar que los datos recogidos son de ninguna manera
exhaustivo o un juego completo de datos de la calidad de agua recogidos tanto
por la MYSA como por el Ministerio.
Aguas Servidas
Se obtuvo también una cantidad limitada de datos
para la calidad de agua descargada en la Quebrada Pampa Larga y en otros
canales circundantes de las plantas que tratan las aguas negras del terreno de
la mina. Se obtuvieron resultados de catorce pruebas de mayo y abril de 1999 y
son alarmante. Los valores tanto para el total de coliformes como para
coliformes fecales igualaron o excedieron en cuatro separadas ocasiones los
160.000 ppm, muy por encima de todas las normas. La ley peruana permite 0 ppm
para coliformes fecales y 8,8 ppm para el total de coliformes en aguas de clase
I, aguas que pueden ser tratadas para consumo doméstico con simple
desinfección. Dado que se consumen las aguas alrededor de la mina sin
tratamiento de ninguna clase, tales niveles de contaminación de coliformes son
muy serios. En las restantes diez ocasiones los resultados de coliform fecal
registraron 4 ppm una vez, 2 ppm una vez y menos que 2 ppm en las restantes ocho
ocasiones. Aunque estos niveles son claramente mucho más bajo, no obstante
representan una violación de las normas para aguas de clase I bajo ley
peruana.
Hasta la fecha la Comisión ha solamente realizado
una prueba en cada lugar, en octubre de 1999. Todos los cinco lugares
registraron valores de pH más ácido que permitido por las normas máximas de la
OMS, aunque únicamente un lugar, la Quebrada Encajon, registró un valor por
debajo de la norma mínima usada por el Ministerio. Todos los cinco lugares
también registraron valores por encima del máximo admisible para plomo de la
OMS, aunque dentro de los límites permitidos por el Ministerio, y todos los
cinco lugares excedieron las normas peruanas para azufre, en ausencia de una
norma de la OMS para este contaminante. Un lugar, la Quebrada Encajon, violó
todas las normas para manganeso; y tres lugares, la Quebrada Encajon, el agua
saliendo de la planta de tratamiento El Milagro y el lugar dentro de la red de
Cajamarca, violaron todas las normas para aluminio.
El aviso publicado en el periódico local de
Cajamarca "Panorama" el 28 de octubre de 1999 anunció estos
resultados al público, pero declaró que las normas de la OMS habían sido violadas
solamente para aluminio. Esto puede haber sido en parte porque los valores de
la OMS registrados en la hoja de prueba para manganeso y plomo son incorrectos,
dando la impresión falsa que no han sido violadas.
Resultados de la prueba del Ministerio de la Salud
para la ciudad de Cajamarca
De julio de 1998 a febrero de 1999 el Ministerio de
Salud realizó pruebas del suministro de agua tratada en la ciudad de Cajamarca.
Estas pruebas presumiblemente eran parte de un programa rutinario para la supervisión
de las normas del suministro de aguas domésticas en todo el Perú.
Las conclusiones expuestas por el Ministerio de
Salud constituyen una advertencia clara que el suministro de agua doméstica en
Cajamarca ha sido comprometido. Declaran que la calidad de agua declinó
gradualmente durante el período de estudio, sin que se aplicaron las
correcciones apropiadas. Informan que la SEDACAJ no ha tratado adecuadamente la
alta carga de sedimentos en el agua, creando una situación donde muchos tanques
de almacenamiento de aguas usadas por hoteles o hospitales tienen hasta 0,5
metros de barro acumulados en el fondo. Los niveles de coliformes totales
y fecales estaban por encima de los
límites aceptables, y el barro acumulado en los tanques de almacenamiento de agua
contenía niveles bacteriológicos peligrosamente elevadas. Las tres pruebas no
bacteriológicas realizadas, el 27 de noviembre de 1998, el 4 de enero de 1999 y
el 8 de febrero de 1999, indicaron resultados consistentes. En todas las tres
ocasiones se reportó el agua como turbio en su apariencia, con olor y sabor
inaceptable. Niveles de la turbiedad fueron de 66, 122 y 26 UNT
respectivamente, todos en violación del máximo nivel aceptable de la OMS de 15
UNT. Se reportó el color como 295, 706 y 120 U.C. respectivamente, todos en
violación del máximo nivel aceptable de la OMS de 50 U.C. En todas las tres
ocasiones los niveles para hierro y manganeso violaron el máximo nivel
aceptable de la OMS.
Visto en relación con la información registrada por
los investigadores en entrevistas con representantes de la SEDACAJ, esos
niveles de sedimento han aumentado desde 1993, y la alta carga de sedimento
registrada por la MYSA en el agua que sale del terreno de la mina, hay fuerte
evidencia circunstancial de que las actividades de la Minera Yanacocha
comprometen el suministro de agua de la ciudad de Cajamarca. Aunque esta
contaminación es menos seria y tiene menos probabilidad de afectar el bienestar
económico y físico que la contaminación sufrida por las comunidades campesinas
alrededor de la mina, no obstante es significante dado que Cajamarca es un
centro regional creciente con mas de 100.000 habitantes.
Resultados de las pruebas del Ministerio de la Salud
para las comunidades cercanas
Cuando las personas en Perú creen que las
operaciones mineras contradicen a las normas legales, el establecido
procedimiento es hacer una denuncia. Dos hombres hicieron una tal denuncia el
21 de enero de 1997: Miguel Carrasco Cueva, Secretario de la Asociación de
Defensa Civil de la ciudad de San Francisco, y Jorge Chugnas Sanchez, un
oficial local de la ciudad de Huambocancha Baja. Esta denuncia declaró, entre
otras cosas, que entre abril y septiembre de 1996, compañías subcontratadas por
la MYSA habían extraído materiales de construcción del Río Mashcón usando
maquinaria pesada y por eso contaminando el agua y afectando aproximadamente
250 familias quienes, sin suministro de agua potable, estaban dependiendo de
esa agua para todas sus necesidades. Se usaron los materiales de construcción
extraídos para mejorar y sellar quince kilómetros de carretera de Cajamarca a
Bambamarca, un proyecto llevado a cabo por la MYSA para facilitar el transporte
hacia y desde el terreno de la mina.
La denuncia siguió declarando que una vez el proyecto
para mejorar la carretera estaba completo, la compañía se retiró por un tiempo
del río y de hecho había sido ordenada de hacerlo por el departamento
gubernamental pertinente. Sin embargo tres semanas más tarde, el 15 de octubre
de 1996, volvió y estableció una especie de máquina propulsado por un motor,
usado para limpiar materiales de construcción. Esto continuó y de hecho
exacerbó la contaminación del agua. El 26 de noviembre de 1996 un grupo
compuesto por representantes de la Municipalidad, del Ministerio de Salud y de
la Policía Nacional de Perú visitó el disputado sitio en pro de los campesinos
locales y registraron una declaración escrita de su visita. Este documento
declara que el grupo descubrió que la maquinaria pesada contaminaba de hecho el
agua con gasolina, aceite y lubrificantes, que la explotación ocurría sin
autorización oficial cualquiera, y también confirmó que las comunidades
campesinas cercanos dependen del río para todas sus necesidades de agua.
El 22 de mayo los mismos dos hombres hicieron una
segunda denuncia. Esta denuncia declaró que la explotación del río había
continuado hasta el punto donde 100m de su longitud, donde previamente se
cultivó maíz y papas, era ahora vuelto inútil, y que los campesinos locales
todavía se veían forzados de beber el agua contaminado a pesar de los riesgos
de enfermedad.
El 8 de junio de 1998 los mismos dos hombres
hicieron una tercera denuncia, esta vez enfocada en la Minera Yanacocha
directamente. La denuncia declara que desde el 17 de mayo de ese año el Río
Grande, conectado con el Río Mashcón y que nace del terreno de la mina MYSA, se
había contaminado y hecho impotable debido a su sabor ácido y color café. El
agua contaminada había causado enfermedades en animales domésticos. Los autores
de la denuncia identificaron a 1.500 campesinos afectados por esta
contaminación.
En contestación a esta serie de quejas, el 16 de
julio de 1998 el Ministerio de Salud condujo pruebas de agua en varios puntos
del Río Mashcón y del Río Porcon. Se hizo una prueba justo agua abajo del área
donde Chavez S.A., el subcontratista de la MYSA trabajaba, y se hicieron otros
dos lejos de este lugar. Las pruebas lejos del disputado lugar no registraron
violaciones de las normas de la OMS, mientras que la prueba en el área afectada
registró una tasa de turbiedad de 740 NTU, comparado con la norma máxima
admisible de la OMS de 15 NTU, un valor del color de 1500 U.C., comparado con
la norma máxima admisible de la OMS de 50 U.C. y un valor para hierro de 8,0 ppm,
ocho veces la norma máxima admisible de la OMS de 1,0 ppm. Se describió también
el agua como "túrbido" en su apariencia.
Además todos los tres sitios registraron un alto
nivel de coliformes fecales y totales, suficiente para que el Ministerio de Salud
clasifique el agua como contaminado e inapropiado para beber. En una entrevista
grabada por los investigadores, un representante de las comunidades afectadas
afirmaba que esta polución vino de la disposición del alcantarillado del
terreno de la mina MYSA.
El impacto de esta serie de eventos infortunados
refuerza la impresión existente de que la MYSA no tiene un alta estima para el
bienestar de las comunidades campesinas en su área de influencia. Hay una seria
serie de alegaciones en el registro público, apoyado por pruebas realizadas por
el Ministerio de Salud, que unas compañías actuando por la MYSA extrajeron
materiales de construcción de un canal natural sin autorización usando
maquinaria pesada, y por eso gravemente contaminando el único suministro de
agua para aproximadamente 250 familias de campesinos. Esto es reforzado por
alegaciones adicionales de agua muy túrbida, ácida y contaminada por
alcantarillado saliendo del terreno de la mina.
Quizás el aspecto más inquietante de esta serie de
eventos es que MYSA haya permitido que continúen indefinidamente. De hecho,
cuando los investigadores entrevistaron a un representante de las comunidades
afectadas se alegó que la contaminación con aguas servidas está continuando
todavía. El 10 de julio de 1996 el ministerio gubernamental responsable para
esta situación le escribió al Gerente General de la MYSA, Carlos Santa Cruz,
rogando que la explotación perjudicial del río sea detenida y amenazando con
acciones legales si esto no se hacía. Mas de tres años más tarde la MYSA sigue
contaminando el agua de estos caseríos.
Este archivo, extraído de los archivos del
Ministerio de Energía y Minas en Lima, contiene algunas informaciones
francamente sorprendentes. El archivo consta de varios documentos enviados al
Ministerio por la MYSA en contestación a alegaciones locales de la
contaminación de agua. Estos documentos son diferentes, pero todos se refieren
a este tema central.
En el archivo hay copias de artículos de la prensa
Cajamarquina escritos por críticos conocidos de la MYSA. Más inquietante, hay
también más de una página de información detallada sobre un periodista, incluso
su educación, detalles de su matrimonio, sus afiliaciones políticas y actividades
activistas. El objeto de esta información claramente es él de desacreditar el
periodista como un fabricante de problemas motivado políticamente. Que la MYSA
se comprometería con esta actividad tipo "copiado del servicio
secreto", recopilando archivos detallados de su críticos, perturba
profundamente y también revela mucho en cuanto a su actitud hacia los que
cuestionan sus actividades. También es infortunado que la MYSA escogiera tratar
con la crítica atacando a individuos de una manera secreta en lugar de defender
su registro en público.
Hay también una copia de una carta con fecha 5 de
mayo de 1999, de SUNASS a Peter Orams Cassinelli, Superintendente
Medioambiental de la MYSA, describiendo los resultados de pruebas realizadas el
18 y 19 de marzo de 1999 para determinar la influencia de la contaminación en
los canales fluyendo hacia la planta de tratamiento El Milagro. La carta
declara que de las pruebas realizadas los muy bajos resultados de pH, de 3.13 y
3.97, indican que el agua en el Río Maqui Maqui y en la Quebrada Encajon es
contaminada por una fuente desconocida. Los resultados de la prueba son
anexados a la carta, que adicionalmente muestra resultados significativamente
en exceso de las normas de la OMS para manganeso, hierro, plomo, arsénico y
aluminio. La carta sigue recomendando pruebas adicionales para determinar más
allá de dudas si la Minera Yanacocha es la fuente de esta contaminación.
El último documento en el archivo de interés es
sumamente revelador. Es una carta de Peter Orams en contestación a la carta
recibida de la SUNASS, con fecha 18 de mayo de 1999. En esta carta Orams
despide los resultados de la SUNASS argumentando que la SUNASS estaba
equivocada en el uso de las normas de la OMS para agua potable. En cambio,
Orams argumenta, las normas apropiadas son de la clase 3 bajo la ley peruana,
la norma correspondiente para agua apropiada sólo para irrigar verduras de
consumo crudo o consumo por animales. Cuando se aplican estas normas, hay pocas
o ningunas violaciones.
La MYSA es totalmente consciente de que las
comunidades campesinas agua abajo consumen el agua del Río Maqui Maqui y de la
Quebrada Encajon sin tratamiento. La Evaluación Complementaria del Impacto
Medioambiental por el Proyecto Cerro Yanacocha (marzo de 1998) declara: "
… las áreas rurales dependen de las aguas de superficie… para el suministro de
agua y… no tienen acceso a sistemas de tratamiento para aguas naturales."
La MYSA argumenta efectivamente que los campesinos no son mejor que verduras. Esto
es claramente una posición indefendible.
Dos veces al año un equipo de inspección y auditoría
del Ministerio emprenden una evaluación de las operaciones de la MYSA de
acuerdo con la ley peruana. Estos informes de los archivos del Ministerio, de
los cuales se obtuvieron algunos por los investigadores, revelan información
crucial sobre las operaciones de la mina.
También es interesante examinar los archivos en
relación a la planta de tratamiento de las aguas ácidas que, dado los datos de
la calidad de agua discutidos anteriormente, parece estar o incapaz de
adecuadamente tratar las aguas ácidas o no estar funcionando correctamente. Un
informe escrito por la MYSA al Ministerio contestando a las observaciones del
equipo de inspección y auditoría para la primera mitad de 1998 declara:
"En julio de 1997, la Minera Yanacocha S.A.
puso en funcionamiento una planta de tratamiento de agua con la meta de mitigar
el impacto causado por las aguas residuales que vienen del botadero de piedra
desechada al norte de Carachugo. El objetivo principal de esta planta es
aumentar el pH y disminuir la concentración de metales en las mencionadas aguas
residuales, con la última meta de condescender con los límites máximos permitidos
establecidos por el Ministerio de Energía y Minas."
Esto es efectivamente una admisión por parte de la
MYSA que las aguas residuales del botadero de piedra desechada fueron tanto
ácidas como llevando concentraciones de metales pesados en exceso de las normas
permitidos. La obvia pregunta es: ¿qué estaba instalado en el lugar antes de
julio de 1997 para mitigar estos impactos? Presumiblemente no estaba instalado
nada, y así por admisión propia de la MYSA agua ácida y contaminada con metales
pesados salía del terreno de la mina.
Todavía en 1994 la MYSA discutió la entonces
propuesta planta de tratamiento de las aguas ácidas en su aplicación al
Ministerio para extender el dispositivo de lixiviación Yanacocha. La magnitud
con que la naturaleza y el funcionamiento de la planta cambió con el transcurso
del tiempo, presumiblemente respondiendo a problemas con la calidad de agua más
grande que esperado, se ilustra por la cita siguiente:
"Partimos de la premisa que la planta de
tratamiento sólo estará funcionando por un corto período de tiempo y sólo en la
situación cuando nuestros pozos de almacenamiento de la solución corren el
riesgo de estancarse.
"El objetivo de la Minera Yanacocha
construyendo esta planta es que el agua descargada al ambiente tendrá las
normas de agua potable."
El equipo de inspección y auditoría en la segunda
mitad de 1997 llegó a las siguientes conclusiones:
" sin embargo es necesario mencionar que (MYSA)
ha registrado valores de acidez y de concentraciones de algunos metales pesados
superior al valor máximo permisible… se observó que el recientemente instalado
sistema de tratar las aguas ácidas funciona correctamente, pero los sistemas de
control de sedimentos y metales pesados por estanques sucesivos requiere una
mejor aplicación para reducir los riesgos posibles a las aguas mas abajo."
El equipo de inspección y auditoría siguió haciendo
las recomendaciones siguientes a la MYSA sobre los estanques de decantación y
otras áreas:
"Evaluar la eficacia de los estanques de
decantación inmediatamente desde el tratamiento de las aguas ácidas, con
pruebas mensuales en la recepción y en la evacuación de cada uno… Este equipo
de inspección no ha establecido un análisis con profundidad de las consecuencias
medioambientales de estas aguas. Con los resultados de las pruebas de agua
hechas por ECOLAB, el total de sólidos suspendidos y de manganeso pueden
afectar adversamente las aguas de superficie y particularmente las aguas
subterráneas.
"Controlar los niveles de acidez en los canales
de agua adentro del terreno, dando prioridad a las áreas cerca de los puntos de
supervisión que han registrado una acidez de menos de 5,0… Los niveles de
acidez que se han registrado pueden comprometer el equilibrio ecológico de todo
el valle (pH 4,0 a 4.5).
"Implementar un sistema de impermeabilizar los
estanques de decantación, dando prioridad al estanque número 1 en la primera
mitad del año… El sistema de estanques es eficaz, pero puede generar goteras de
metales disueltos en las aguas de superficie mas abajo.
"Limpiar y remediar las tierras e instalar
protectores cubiertos para prevenir el derrame de derivados de petróleo en los
talleres de la compañía y sus contratistas. Mejorar las prácticas
medioambientales de los contratistas en el uso de derivados del petróleo…
Aceite y grasas persisten en la tierra y pueden complicar el programa de
reclamación para el área."
Estas varias recomendaciones demuestran claramente
que serias deficiencias han existido por un tiempo en las operaciones
medioambientales de la MYSA, y que tanto la MYSA como el Ministerio lo sabían.
La actitud de la MYSA hacia estas deficiencias es ilustrada por la valoración
del equipo de inspección y auditoría para la segunda mitad de 1997 acerca del
cumplimiento de la MYSA con las recomendaciones hechas por el equipo de
inspección y auditoría para la primera mitad de 1997. Se había hecho una
recomendación para "Mejorar y perfeccionar un otro sistema para reducir
las aguas ácidas," con el cual, según lo que se evaluó, la MYSA no había
cumplido. Dado la amenaza grave que las aguas ácidas imponen a las comunidades
campesinas agua abajo, tal tardanza e ineficacia en responder a un claramente
identificado problema sólo puede indicar una distinguida falta de preocupación
por el bienestar de esas comunidades.
Quizás la última palabra en la planta de tratamiento
de las aguas ácidas debería ser esta cita del informe del equipo de inspección
y auditoría para la segunda mitad de 1997:
"...en general la calidad de las aguas
subterráneas presenta alteraciones ligeras con las aguas naturales usadas en
las valoraciones de referencia del EIS. Por contraste las aguas de la
superficie son ácidas o muy ácidas… Sin embargo es necesario mencionar que desde
la fecha que la planta de tratamiento de las aguas ácidas empezó a tratar las
aguas ácidas en el área de Carachugo, no ha habido evidencia ninguna de una
reducción substancial en los niveles de acidez. El equipo de inspección cree
que se requiere una evaluación en profundidad de esta planta, tanto en las
estaciones de lluvia como de sequía, para facilitar decisiones eficaces con
respecto a mitigación y control."
Como la MYSA
explica los resultados de las pruebas de agua
Durante el curso de la investigación se obtuvo el
Informe de Supervisión para enero a junio de 1997, preparado por la MYSA. Este
informe da un discernimiento interesante tanto del programa de supervisión como
de la actitud de la MYSA hacia los resultados generados por el programa.
El informe declara que las aguas naturales en el
área de la mina contienen un alto nivel de metales pesados incluso manganeso,
hierro, selenio y arsénico, y que las aguas son naturalmente ácidas con casi
todos los puntos registrando valores de pH por debajo de 6,5. Como se ha
discutido anteriormente, aunque los investigadores no han podido obtener estos
datos de referencia, esta aserción fundamentalmente no está en disputa; se ha
asumido que el Ministerio, teniendo los datos de referencia, los tomó en consideración
cuando estableció las normas de operación para la MYSA. Además vale mencionar
que las comunidades campesinas agua abajo de la mina han estado bebiendo y
usando de otras maneras esta agua por muchos años, y aunque hubiera contenido
impurezas estaba adecuado para sus propósitos y para el propósito de la vida
acuática, tal como ranas y truchas, viviendo adentro. Cualquier intento de
explicar la contaminación que ahora están experimentando simplemente como
niveles básicos de contaminación es por consiguiente absurdo. Además, el
estudio oficial de la fauna realizado para la MYSA en 1994 encontró trucha
introducida (arco iris) en los
canales dentro del terreno de la mina, y estos son comunes en los canales agua
abajo. Como se ha expresado anteriormente, estas truchas no pueden sobrevivir
en agua con un pH de 5,0 o menos.
El informe sigue discutiendo los resultados para
varios puntos de supervisión, y ofrece posibles explicaciones para las
violaciones de las normas aplicables. En lo que concierne la Laguna Yanacocha,
el informe nota que los niveles de cadmio, hierro, cobre y manganeso excedieron
los límites máximos permisibles, pero declara que esto es el resultado de que
el nivel del agua en la laguna ha descendido y expuso a varios materiales que se
van oxidando y así cambian la calidad del agua. El informe declara:
"...se debe enfatizar que la MYSA no ha
emprendido ninguna actividad de minería o de procesamiento en el área de la
Laguna Yanacocha que podría afectar la calidad del agua."
Esta declaración es francamente deshonesta, dada que
la Laguna Yanacocha es una de las mayores fuentes de agua usadas para las
operaciones de la MYSA. La MYSA está autorizada para retirar agua de la laguna
a 0,2 litros por segundo, o un litro cada cinco segundos. Si el nivel ha
descendido, casi ciertamente es porque la MYSA ha usado el agua.
En el caso de la Laguna San José, la MYSA reconoce
los niveles elevados de cobre, hierro y manganeso, pero ofrece la sugerencia
algo desesperada que se hizo un error de laboratorio y declara que se debe
tomar una segunda muestra.
En el caso del pozo – 1 de supervisión Yanacocha, la
MYSA reconoce los elevados niveles de hierro, manganeso, cobre y cinc, así como
una conductibilidad alta y elevados niveles de sólidos en suspensión y
disueltos. Esta vez el culpable es el método de obtener muestras, la MYSA
declara que se hicieron las pruebas del primer volumen de agua tomada del pozo,
y no del cuarto como es el caso normalmente.
En el caso de los pozos de supervisión de aguas
subterráneas en Carachugo y Maqui Maqui, donde se encontraron altos niveles de
hierro y manganeso, se echa la culpa de estos resultados a la contaminación de
la cañería de hierro usada en la construcción del pozo.
Si cada pobre resultado en el programa de pruebas de
agua de la MYSA es el resultado de alguna falla en la muestra, o la prueba,
debe de cuestionarse la integridad y calidad del programa entero. Los
investigadores no quieren sugerir que ninguna de estas excusas ofertas por la
MYSA es verdadera. Sin embargo comparado con el consistente y condenador
testimonio de los campesinos, con consistentes datos de pobre calidad de agua y
con los informes del equipo de inspección del Ministerio sobre procedimientos
defectivos y problemas continuos, es quizás hora para que la MYSA reconoce la
realidad de la situación que ha venido creando.
Además de las preocupaciones serias sobre
contaminación del agua enfatizado en el testimonio de la gente local, se han
reportado otros problemas medioambientales. Unas familias viviendo muy cerca
del área del proyecto (algunos dentro de 3 - 5km) han reportado contaminación
aérea de polvo, gases de escape y olores originando del terreno de la mina. En
por lo menos un caso inquietante, se atribuyen los problemas a un olor acre
ahogador emanando del terreno de la mina. Otros informes han indicado que polvo
de las explosiones continuas en el terreno de la mina ha sofocado cosechas y
campos.
La impresión global establecida durante extensivas
entrevistas y discusiones informales con propietarios de tierra en el área de
la mina es de degradación ecológica gradual, demostrado por muchos cambios
pequeños en las poblaciones locales de animales y de plantas. La mina no ha
emprendido ningún estudio comprensivo y continuo de la flora y fauna lo que
podría servir para confirmar o negar esta impresión, y en su ausencia se debe
darles crédito a los testimonios de personas que por generaciones han vivido en
una relación estrecha con los ecosistemas de esta área.
Adquisición
de la tierra
Algunos de los primeros problemas
sociales generados por el desarrollo de la mina eran tristemente evitables.
Durante el período inicial de la adquisición de tierras la compañía, según las
estimaciones, compró tierras de unas 40 familias a precios tan bajos como 100
soles por hectárea. Según informes desde entonces los precios han subido tan
alto como $1,000US por hectárea. El testimonio de varias familias involucradas
en estas ventas da evidencia de la pena extrema que ha resultado de ellas.
Incapaz de comprar tierras equivalentes y volver a la agricultura de
subsistencia, a menudo analfabeta y con oportunidades de empleo muy limitadas,
varias familias han caído más todavía en la pobreza extrema. En varios casos
cuando se compraron otras tierras, éstos según informes habían sido afectadas
por la contaminación del agua de la mina, reduciendo o erradicando la capacidad
de las familias para cultivar su propia comida.
Unas personas locales han explicado a los
investigadores que la práctica de vender tierra para migración era
prácticamente desconocida entre las comunidades campesinas antes de que llegó
la mina, aunque la práctica de transferir tierra por tierra y negociar varios
intereses diferentes en el uso de la tierra eran comunes. Como pudo notar un
investigador financiado por el Banco Mundial, las esperanzas culturales en los
intercambios de tierra estaban enfocadas en crear relaciones a largo plazo en
lugar de obtener el mejor precio.
" Ellos (los miembros de la comunidad campesina) incluso regalarían
su tierra gratis si alguien les aseguraría que sus niños iban a trabajar en la
mina por el resto de sus vidas". Se sigue dando tales promesas, como se
discutirá en detalle más adelante.
Se sabe también que muchas familias que vendieron
tierra no entendieron totalmente que este acto los alienaría de cualquier uso
futuro, algunos, según informes recibidos, debido a promesas de empleados de la
compañía de que podrían volver a sus tierras en unos cuantos años. Varios
campesinos confirmaron esto con los investigadores. Parece ser conocimiento
común, no disipado durante las negociaciones, que la minería constaría de unos
agujeros en la tierra alrededor de los cuales las actividades normales
agrícolas podrían continuar, contrastando con el muy intensivo proceso
realmente usado. Sin embargo las Valoraciones del Impacto Medioambiental de la
compañía indican que los pocos individuos que podrán volver a sus previos
hogares encontrarán tierras donde se sembraron hierbas directamente encima de
pilas de piedra desechada y tratada con cianuro, y donde unos pozos gigantescos
de varios cientos de hectáreas sin restauración contienen lagos ácidos
contaminados con metales pesados.
Los vendedores han informado con consistencia que
durante las negociaciones los empleados de la mina les aseguraron que les
darían trabajo a ellos y a sus niños en la mina. La MYSA continúa manteniendo
la posición pública de que se proporcionó y se continuará proporcionando
trabajo a todos los vendedores de tierra que lo pidieran. Sin embargo los
investigadores registraron varios casos en los cuales no resultó ningún trabajo, y que las familias han usado el
dinero de venta de sus tierras agrícolas para comprar casas en los bordes de la
ciudad y se quedaron sin fuente de ingreso y enfrentándose con el costo de vida
en aumento. Se informó también que cuando se ha proporcionado trabajo a menudo
era a corto plazo. Se sabe que la MYSA tiene una política extraoficial de ir
turnando las posiciones a corto plazo para los vendedores, lo que claramente no
proporciona una base sólida de ingreso para los vendedores y sus familias para
restablecer sus vidas y proveer para sus necesidades futuras.
Esas familias que han sido alejadas de su tierra
debido a la adquisición por la mina, a menudo han encontrado cambios culturales
y sociales en su nueva vida. Los cambios documentados para este informe
incluyen destrucción de las estructuras familiares, los hombres sobre todo
abandonan a sus familias; padres abandonan a niños o los ponen a trabajar
porque no pueden mantenerlos; más abuso matrimonial; y un crecimiento general
en conducta antisocial debido a la falta de una comunidad local fuerte para
dirigir las familias. Muchas de las familias encontradas durante la
investigación están preocupadas para que sus niños no solamente crecerán sin
ventajas significantes en cuanto a educación o empleo pero también tendrán una
identidad cultural mas débil.
Aún que tales demandas son difíciles de documentar
sin recursos más amplios, se tiene figuras indicativas que los confirman.
Archivos del FEROCAFENOP sobre el ejercicio de sus funciones judiciales, como
asignado por la Constitución peruana, retratan los significantes cambios
sociales que han ocurrido durante los últimos 13 años.
El claro crecimiento durante los últimos varios años
ha estado en materias de familia (niños y familias abandonados, faltas en pagar
subsidios para los niños, violencia doméstica), que ha subido de 8% de los
problemas tratados en 1986 -1988 a 25% de los problemas en 1995 -1997. La tasa
de problemas familiares aumentó particularmente durante el principio de los 90,
coincidiendo con las actividades de la mina, comprando tierra y las ofertas
iniciales de trabajo. Semejantemente los problemas de deudas (deudas de dinero
efectivo, deudas a instituciones, incumplimiento con contratos) han subido como
un cohete de 2% en 1986 -1988, por 23% en 1991 -1993 a un enorme 44% de
materias tratadas en 1995 -1997.
Estas estadísticas basadas en un total de 35.531
materias tratadas durante 13 años, refuerza el cuadro de la creciente pobreza y
problemas sociales con los que se enfrenta la comunidad campesina afectada por
la mina. La FEROCAFENOP opina que muchos de estos asuntos provienen de la exacerbada
pobreza y del desplazamiento social creado por el programa de adquisición de
tierras de la Minera Yanacocha así como por del daño medioambiental causado al
sustento de las comunidades campesinas.
La compañía pretende rastrear el progreso social de
las familias desplazadas "para asegurar que han mantenido su capacidad de
generar ingreso y apoyar a los dependientes de su familia". Todas las
familias entrevistadas por esta investigación no sabían nada de esta política.
Hay datos con respecto a menos de 100 familias desplazados por la etapa La
Quinua de la mina y no presentan un cuadro completo de los impactos de la MYSA.
Muchas de las familias entrevistadas desplazadas por varias diferentes etapas
de desarrollo de la MYSA exhibieron un sentido de desamparo, desorientación y
dolor con respecto a sus nuevas vidas aún hasta varios años después del
desplazamiento.
También ha habido impactos sociales para esas
familias campesinas que han permanecido en las tierras cerca de lo que es ahora
el terreno de la mina. Por lo menos un caso se ha presentado a los
investigadores, alegando que la mina ha usado tierras sin permiso para trabajos
de construcción y otras fuentes han indicado que esto es una situación común.
También se expuso una alegación que los obreros de la compañía usurparon sin
permiso en tierras privadas para construir un sistema de transmisión eléctrica
para la más reciente etapa aprobada de la mina, La Quinua. Aumentando el
insulto, los residentes del centro de población afectado no tienen una fuente
propia de electricidad y han exigido una conexión a la red. Mientras que se
registraron estas alegaciones, ha sido imposible confirmarlos debido a la
lejanía del centro de población afectado y a la falta de transporte que ha
afectado las etapas finales de esta investigación debido a la confiscación del
vehículo del Federación.
La mina ha realizado gran parte de su programa de
construcción de carreteras, aunque la gran mayoría de carreteras construidas
actualmente, o directamente sirven a la mina o reemplazan carreteras que
pasaron por áreas del proyecto. En 1997 la región de Cajamarca tenía un escaso
10% de carreteras selladas y se caracterizó a 90% de la red total de carreteras
como ‘senderos de carruaje’ con una velocidad proyectada de 10 km por hora.
Unos recursos sociales más intangibles también han
sufrido impactos negativos por la mina. Varias personas proporcionaron
testimonio, incluso un practicante certificado de medicina natural, que las
importantes plantas medicinales han desaparecido del todo de las cercanías de
la mina. El practicante, que ha trabajado en el hospital de Cajamarca y tiene
una historia larga de proporcionar remedios naturales a su comunidad, testificó
que antes era posible cosechar las plantas a menos de 30km de Cajamarca y ahora
tiene que comprar las plantas traídas desde afuera de la provincia. Para los
que simplemente habían preparado sus propios remedios estas distancias a menudo
no son superables y se ha registrado testimonio con respecto a las dificultades
que ahora se encuentran debido a la necesidad de tener que contar con medicinas
farmacéuticas. No sólo es el costo a menudo prohibitivo para las familias, sino
también la lejanía de muchas de estas comunidades significa que a menudo no se
pueden obtener las medicinas hasta que se han sufrido los síntomas por varios
días. Esto claramente ha causado dolor a muchas personas, entre ellos los que
sienten que se recortó su capacidad para enseñar su conocimiento médico
tradicional a otros.
La Evaluación del Impacto Complementario
Medioambiental para el proyecto Cerro Yanacocha pinta un cuadro muy
inquietante. Declara:
"Los arqueólogos documentaron y registraron un
total de 33 sitios durante la valoración topográfica inicial… Se encontraron y
registraron siete tipos básicos de sitios arqueológicos: edificios, cuevas,
resguardos, carreteras/caminos, canteras de piedra, geoglifos y terrazas.
Adentro de estos sitios el análisis de materiales tal como objetos cerámicos,
líticos y arquitectura indica que los recursos culturales encontrados en el
área del proyecto provienen, principalmente, de la ocupación inicial de
Cajamarca, un período que se supone duró de 60 AC a 1240 DC. Sin embargo, un tipo
de cerámico corresponde a un período más antiguo, conocido como la era de
Huacaloma, que proviene del año de 1130 AC."
Esta riqueza de recursos arqueológicos coincide con
creencias frecuentemente expresadas por los campesinos que el área tiene una
importancia cultural larga y substancial. Las actividades mineras, y
particularmente los extensos pozos abiertos, son visto por muchos campesinos
como una profanación de esta importancia cultural. El EIA declara que el
Instituto Nacional de Cultura de Cajamarca estudió los hallazgos arqueológicos,
y esa misma institución quitó y guardó cualquier material significante. Sin
embargo, no se ha hecho ninguna provisión para consultar o incluir a los
campesinos locales o representativos en este proceso, a pesar del hecho que es
su historia cultural que se estudia, quita o destruye.
La fachada de relaciones públicas de la Minera
Yanacocha es de puro éxito – de alto rendimiento, preocupación por el ambiente,
responsabilidad social. Esto es una imagen que encanta al gobierno peruano y a
la comunidad de inversionistas internacionales. Como este informe detalla, la
realidad detrás de la fachada es muy diferente. Está claro que sólo puede
existir tal divergencia con la complicidad del gobierno peruano, de instituciones
sociales como ONGs, de la inversión internacional y de la comunidad reguladora.
Los autores y publicadores de este informe esperan que ayudará a reconciliar la
realidad de los impactos de la Minera Yanacocha con el empuje de sus relaciones
públicas y dará una voz a los campesinos cuyas experiencias siempre se han
ignorado.
Casi toda evidencia acerca de las consecuencias
medioambientales y sociales de la Minera Yanacocha en la Provincia de
Cajamarca, recogida para este informe, ha sido públicamente accesible por algún
tiempo. Se informó la administración de la mina de la aplastante mayoría de las
preocupaciones expresadas, normalmente en varias ocasiones y por varios años.
Es difícil evitar la conclusión que la administración de la mina, y por consiguiente
se presume que también de su compañía madre, la Newmont, se ha aprovechado
cínicamente de la falta de educación y organización del pueblo indígena que
llevan el peso de las actividades de la mina, para continuar el negocio como de
costumbre sin importar las consecuencias.
Muchos de estos problemas son relativamente menor
por ellos mismos y se pueden remediar con un esfuerzo pequeño por parte de esta
corporación multinacional de alto rendimiento. Sin embargo parece que la mina
ha preferido ignorar, despedir o denigrar los comentarios y contribuciones de
las comunidades indígenas entre quienes está operando. Por consiguiente, un
gran número de problemas menores y unos cuantos mayores han creado una dinámica
entre la compañía y la comunidad que es poco constructiva en lo mejor,
explotadora y engañosa en lo peor.
SI QUIERE REFERENCIAS PREGUNTA FEROCAFENOP O PROJECT UNDERGROUND