Cajamarca, 16 de junio de 2005
CARTA ABIERTA A LOS PROFESIONALES DEL
PERIODISMO, A PROPÓSITO DE LOS ÚLTIMOS SUCESOS ACONTECIDOS EN CAJAMARCA
¿POR QUE LA
POBLACION CAMPESINA DE CAJAMARCA ATACÓ A ALGUNOS PERIODISTAS Y ACOGIÓ A OTROS?
1. Porque muchas familias campesinas ya tienen acceso
a la televisión y prácticamente todos tienen un radiorreceptor.
Están mejor informadas y les duele y ofende cuando siendo ellos peruanos que
viven en condiciones geográficas muy difíciles, haciendo inmensos sacrificios
para acceder a servicios básicos de salud, vivienda y educación; casi siempre
abasteciendo con alimentos a la población de la ciudad; muchos medios de
comunicación capitalinos o locales terminan describiéndolos como ignorantes,
como factor de atraso, de oposición a la "modernidad" que les trae la
minería: polvos y ruidos, gigantescas maquinarias que cuando pasan remueven el
piso de sus viviendas llegando a resquebrajarlas, agua mineral embotellada en
las bodegas mientras escasea el agua en los manantiales y canales porque el
Perú debe crecer (y también los bolsillos de los empresarios mineros). Los
campesinos se quejan de todo ello, nadie les escucha y cuando protestan no
falta la Sra. Valenzuela , la Sra. Palacios , y algunos diarios como El Correo
o El Clarín (local) que fácilmente afirman que los campesinos estaban
borrachos, son terroristas, que son manipulados por subversivos, por líderes
bolivianos, curas comunistas u ONGs ambientalistas.
2. Porque los campesinos en Cajamarca, aunque los
periodistas citadinos no lo crean, ahora escuchan los noticieros
radiales locales y distinguen aquellos periodistas que han alquilado
su micrófono y su pluma de aquellos que no. Distinguen bien a aquellos que
tienen en su mano el arma de la frecuencia radial o televisiva para insultarlos
y denigrar a sus dirigentes y alabar a sus amos de las empresas mineras, las
que les dan dinero (por encima o por debajo), como aquel director de un
periódico local que insulta a los campesinos, a los líderes del Frente de
Defensa Ambiental y todo porque tiene una empresa contratista que presta
servicios a la empresa minera.
3. Porque aunque la mayoría de los campesinos no tienen
entre sus hábitos o habilidades (y su pobre presupuesto) el poder leer los
periódicos, en los últimos años, los campesinos se hallan más
articulados a la dinámica de la ciudad, donde se informan más y
disciernen sobre cuáles periodistas han vendido su conciencia y su alma: los
que solo difunden las versiones oficiales de la empresa minera ,o de autoridades
locales que, si están beodas o de mal humor, pueden acusar a los campesinos de
terroristas o subversivos cuando ellos reclaman legítimamente por el respeto a
sus derechos; aquellos otros periodistas que solo hablan de las bondades de la
minería porque la empresa Yanacocha se ha convertido en su principal
auspiciadora del programa o les ayuda a pagar la beca de sus hijos en algún
exclusivo colegio de la ciudad o la empresa proporciona trabajo a sus
familiares y amigos, cuando no se les garantiza el cheque mensual por
"prestación de servicios".
SIN EMBARGO, LOS CAMPESINOS DISTINGUEN A LOS PERIODISTAS INDEPENDIENTES,
QUE NO SIEMPRE INFORMAN LO QUE ELLOS QUIEREN, PERO QUE NO SE HAN CONVERTIDO EN
AYAYEROS O ADULONES DE LA EMPRESA MINERA
Por eso, los campesinos acogen con cariño y respeto a los
periodistas a quienes siempre piden que informen con verdad y les dedican
tiempo para hacer largas entrevistas que muchas veces ni siquiera los
productores periodísticos seleccionan. Si están en el campo y la hora les ha
ganado, y si hay algo que compartir, los campesinos comparten con los
periodistas su comida pobre pero reconfortante en un clima de acogida y
fraternidad. (Entre los campesinos, compartir la comida es compartir la vida
misma, es agradecimiento y respeto.)
En estos meses de movilización ciudadana por el respeto a
los derechos sociales y ambientales en la región de Cajamarca, en que muchos
periodistas han sido cuestionados, algunas veces expulsados y eventualmente
maltratados físicamente en las comunidades campesinas afectadas por las
operaciones de Minera Yanacocha, más que un pretexto para que los periodistas
alimenten las distancias que nos separan a los peruanos del Perú oficial con
aquellos del Perú Profundo, debiera ser una invitación para que los periodistas
hurguen en la profundidad de su conciencia moral, se nutran de los valores que
recibieron en su familia, la parroquia o la escuela y se decidan a honrar su
profesión, de manera tal que la mala utilización de su micrófono, su cámara de
televisión o su pluma sirvan para transmitir la verdad y no para ponerse en
subasta ante el mejor postor.
Sin duda, el que los campesinos hayan aprendido a separar
la paja del grano de trigo, aún cuando esa selección pudiera ser algunas veces
equivocada, muestra que los pobres de nuestra región estarán de lado, valorarán
y estimarán a aquellos periodistas que ennoblecen su profesión aún cuando
eventualmente, por las circunstancias de los conflictos sociales, tengan que
arriesgar su propia seguridad, salir a misiones de trabajo teniendo que
encomendar su vida a Dios y poniendo la vida de sus familiares en las manos
divinas.
Un reconocimiento a los periodistas que en la jornada de
hoy en San Cirilo y La Quinua supieron, una vez más ennoblecer su profesión. Una
oración por aquellos otros a quienes los campesinos expulsaron, a algunos de
ellos a quienes conozco, yo sé bien de sus buenas intenciones, de sus dilemas
morales, e intuyo las urgencias económicas que no siempre les permite saber
cuál es el límite en el que el poder económico pudo haber terminado avasallando
la voz de su conciencia moral. Indulgencia, pero nunca justificación, para
aquellos campesinos que se sintieron tentados de actuar con violencia puesto
que al haber sido ofendidos y agredidos moralmente no tienen los medios para
acceder a la pantalla, al micrófono o el medio de comunicación escrito y
recurren a la peligrosa e irracional fuerza de las manos. Menos mal que, en los
incidentes de San Cirilo en que se agredió a un grupo de periodistas, sin que
hubieran daños personales o materiales, la oportuna intervención de la
Comisionada del Defensor del Pueblo, el líder campesino Genaro López y la mía
propia impidieron que la masa enardecida causara mayores daños.
Los encuentros y desencuentros de los que he sido testigo
en estos meses en la relación entre campesinos y periodistas es ocasión de
múltiples reflexiones y lecciones que quiero compartir con el gremio de
periodistas:
l. Para muchos de ellos, premio y confirmación en su
tarea periodística independiente, veraz y objetiva. Estímulo para que continúen
informando con objetividad y verdad.
2. Para otros invitación a la reflexión, el mea culpa, y
el cambio para que revisen su relación de dependencia frente al poder minero o
político local.
3. Para aquellos que fueron señalados equivocadamente por
los campesinos' como periodistas de alquiler a la oficina de informaciones de
la empresa minera, una invitación a la reconciliación y el perdón para su
agresores, sin eximirse de revisar críticamente qué de su actuar profesional
pudo haber provocado una errónea actuación del enojo campesino.
4. En todo caso, para todos los periodistas, una ocasión
más para aceptar el desafío de trabajar con mayor esfuerzo por un periodismo
ético, independiente, creíble, reconocido y querido por su población. Pues como
dice el evangelio, y yo lo creo, el centro más rico de la tarea periodística
debería desempeñarse en orden a que "la verdad nos haga libres". Libres
de la tentación de falsear la verdad o de atentar contra la honorabilidad de
las personas por un efímero puñado de monedas, libres de mancillar la honra de
todo el gremio periodístico que tantas veces, y en tantos lugares ha tenido
ejemplares periodistas que han arriesgado, cuando no ofrendado su vida por
querer informar con la verdad.
Asumamos todos el compromiso de ayudar a pacificar
nuestro país, a desterrar las formas de violencia impune del poder económico o
político (Choropampa de por medio), la inacción del Estado, la violencia de la
desesperación campesina, las agendas políticas violentistas, el lenguaje
agresivo de determinados comunicadores.
Finalmente, un abrazo fuerte a todos los periodistas de
Cajamarca, especialmente para aquellos que son padres de familia y tienen en su
noble tarea la posibilidad de ayudar a que sus propios hijos sean herederos de
un país justo y reconciliado.
P. MARCO
ARANA ZEGARRA, D.N.I.
26605193
COMISIONADO
DE MEDIO AMBIENTE DE LA MESA DE LUCHA CONTRA LA POBREZA DIRECTOR EJECUTIVO DE
GRUFIDES - CAJAMARCA