CAJAMARCA: "Yanacocha puede volver a ser una oportunidad de desarrollo" - Entrevista A PADRE MARCO ARANA                          

(El Comercio, 19. 9. 2004)
 
El temor a perder el agua levantó al pueblo de Cajamarca contra la exploración del cerro Quilish. En plena revuelta, un párroco actuó como mediador. Por ello se ganó el mote de "cura rojo"

¿Es satisfactorio el acuerdo que suspendió la exploración minera en el cerro Quilish en Cajamarca?
La Resolución 427 marca el fin de la etapa de conflicto, pero, sin duda, ni siquiera resuelve los temas de fondo, los más importantes. Sin embargo, la población sostiene que el cerro Quilish es intangible, cosa que no reconoce el Ministerio de Energía y Minas.
Hay una ordenanza municipal que declara la intangibilidad de este cerro. Hay ocho mil campesinos que viven ahí, el 100% de sus actividades dependen de las aguas del Quilish...

Pero el Tribunal Constitucional (TC) autorizó que Yanacocha realizara trabajos ahí. Ergo, no es intangible.

Pero no anuló la validez de la Ordenanza Municipal 012.

Implícitamente sí, porque le permite la exploración y la explotación.
La resolución del TC indica que para la etapa de explotación se deben realizar estudios independientes y también que la municipalidad debe pronunciarse y dar opinión. Hay un problema jurídico aún sin resolver.

¿Entonces estamos ante una pseudosolución?
El compromiso que ha asumido la población es buscar la nulidad total de las operaciones mineras a través del Tribunal Minero y por la vía judicial. Eso es lo que viene: luchar en la vía administrativa contenciosa la anulación de operaciones mineras en el cerro Quilish. Ese también es el compromiso de las autoridades.

Le repito: ya hay una sentencia del TC, la máxima instancia...
Claro, pero es un tema no cerrado. Hace quince días la Municipalidad de Cajamarca ha declarado que la vigencia de su ordenanza sigue en trámite. Jurídicamente los abogados tendrán que resolver. En lo que toca a la población, no hay licencia social para la exploración del cerro Quilish. Ellos no quieren eso.

¿Si se pierde por la vía legal vendrá nuevamente la vía de la protesta?
En el acuerdo se indica que se debe realizar un estudio hidrogeológico de las cuencas de Cajamarca y hacerlo vía el diálogo. No hay que confundirlo con el estudio de impacto ambiental, este es específico para ver el tema del agua.

¿Cuánto dura un estudio hidrogeológico de la cuenca?
Entre veinte y veinticinco meses.

Es un período largo. Imagine que el estudio diga que la explotación de Quilish no afecta la distribución del agua. ¿Lo aceptará la población o insistirá en la intangibilidad?
Se tendrá que realizar una labor de información y comunicación . Usted sabe que la población campesina es concreta, no abstracta. En las otras operaciones mineras se les dijo que no habría daños, pero lo cierto es que se les han muerto truchas, sus canales llegan con aguas pestilentes y varios de ellos se quedaron sin agua. Tendría que construirse el tema de la credibilidad. Los anteriores estudios dijeron que no se generarían problemas, pero han ocurrido respecto de la calidad del agua.

¿Honestamente, se respetará el estudio hidrogeológico?
En lo que me toca, yo aceptaré lo que diga un estudio hidrogeológico hecho de manera transparente. Otro tema es cómo hacerlo creíble. Ahí es donde se debe trabajar fuertemente. Si el estudio muestra que no hay riesgos, ¿por qué nos vamos a oponer a la inversión? Eso lo tengo claro. Nosotros, incluso, nos hemos opuesto a sectores radicales que no admitían siquiera que se realizara el estudio, sectores que son antimineros y antiinversión.

¿Usted está a favor de la intangibilidad del cerro Quilish?
Sí, mientras no haya correcciones de fondo en la actividad minera, a menos que se den correcciones severísimas sobre los impactos ocurridos en las otras cuencas. Es mi opinión. Yanacocha se ubica en la cabecera hidrográfica de Cajamarca y todas ellas tienen problemas de impacto ambiental.

¿De qué diálogo estamos hablando si la población no aceptará que se toque el cerro Quilish. Seamos claros: no permitirán que Yanacocha lo trabaje, con estudio o sin él...
Las actividades mineras no se reducen al cerro Quilish. Este representa 2.700 hectáreas de un distrito minero de 175 mil hectáreas.

Usted no es experto en minería, la empresa ha detectado oro...
Sí, pero la población tiene ahí su agua. Con toda sinceridad, en los términos actuales, ella no va a permitir operaciones en Quilish.

¿Esta ha sido una derrota de la empresa minera?
En términos puntuales de la resolución 427, es así. La actividad empresarial tiene que proveerse de todos los mecanismos para que su labor se haga de manera más armónica con las metas de desarrollo de Cajamarca.

¿Qué dice el estudio de impacto ambiental hecho por la consultora colombiana Ingetec y que fue pagado por Yanacocha?
Dice que todas las aguas de Cajamarca están impactadas por actividades mineras, que no se conoce a profundidad la magnitud de los daños, pero que existen evidencias -tanto por lo dicho por los usuarios como por análisis aislados- que pueden poner en riesgo a la población. Indica que deben hacerse estudios alternativos para garantizar la calidad de agua y el abastecimiento de esta en Cajamarca.

Pero no dice que el agua esté contaminada.
Indica que hay filtraciones de cianuro hacia el agua y que se deben realizar estudios...

Basta analizar el agua que sale por el caño de una casa...
Sí, pero los estudios deben hacerse en serie, de manera competente y pública. Eso no ocurre. Ingetec dice que la planta de tratamiento de agua potable de El Milagro, que está al pie de la mina y que va a Cajamarca, no tiene condiciones adecuadas cuando hay excesiva turbidez y presencia de metales pesados. Fue diseñada antes de las actividades mineras. Entonces, se debe resolver el tema de las plantas de tratamiento de agua potable. Existen 272 recomendaciones de Ingetec por resolver. Le dijimos al Ministerio de Energía y Minas que se absolvieran antes de dar la exploración de Quilish, pero no se hizo caso.

Con razón. Yanacocha está molestísima con el Ministerio de Energía, porque les cambió las reglas de juego.
Y el Ministerio de Energía debe estar muy molesto con Yanacocha, porque la empresa aceleró los plazos, saltó calendarios y faltó diálogo. Días antes de que el ministerio los autorizara, les dije: "Evalúen bien, porque esto traerá problemas sociales. Hay que resolver otras cosas". Fue un error de parte de la minera al presentar el asunto como si tratara de un grupo de campesinos alcoholizados conducidos por un cura izquierdista, porque la población en su conjunto estaba en contra.

¿Cuál es la mayor observación a la política ambiental de Yanacocha?
Ellos proyectaron la imagen de tener un sistema de protección ambiental eficiente y adecuado a estándares internacionales. En el 2002 murieron más de 32 mil truchas en la piscigranja Porcón en tres episodios seguidos, que fueron reconocidos por Yanacocha. Han muerto truchas por presencia de metales pesados, sedimentación y descarga de aguas ácidas. Esto ha sido planteado por la universidad, el Ministerio de Pesquería y las municipalidades. En total, son ocho episodios.

¿Tan grave impacto ambiental es que mueran 50 mil o 60 mil truchas?
Lo que me parece un grave impacto es que esto suceda en cuatro cuencas y que las truchas mueran en cuatro ríos. Son cuatro poblaciones distintas. Es un bioindicador de lo que sucede en las aguas.

¿Es solucionable?
Claro, si tuviéramos una empresa más responsable y si existiera una autoridad que fiscalice. La autoridad ambiental está pintada en la pared. Hay que ver qué papel se le asigna a los gobiernos regionales y locales en la fiscalización. La mina gasta en ambiente, pero también gasta en comprar cianuro. El informe del "ombudsman" del Banco Mundial sobre lo ocurrido en Choropampa, donde se derramó mercurio, indica que Yanacocha lo transportaba en balones viejos sobre plataformas anchas y sin control de calidad.

¿La minera es la mala y los campesinos son los buenos?
No, no, de ninguna manera. Creo que el Estado Peruano no tiene la fortaleza suficiente para fiscalizar los procesos ambientales de grandes operaciones mineras. La auditoría ambiental de Ingetec indica que Yanacocha es la mina más grande del mundo en términos de lixiviación de cianuro y que el principal riesgo para Cajamarca es la ubicación de la mina en cabecera de cuenca. Y es que el tamaño de las operaciones requiere de una autoridad autónoma, independiente, que controle y vigile el impacto en el medio. Además, la población debe creer en esa autoridad. En el caso de Yanacocha, ambas recomendaciones no se han cumplido.

¿Así se resolvería la animadversión hacia la mina?
Si todo es transparente, sí. También si el impacto social y económico de la actividad minera fuera más tangible para las poblaciones aledañas y el conjunto.

Yanacocha ha gastado 44 millones de dólares en programas de desarrollo.
Sería mejor que llegue a los sectores más pobres. La mina dinamiza el PBI de Cajamarca, pero la desnutrición infantil ha aumentado...

Con Yanacocha y sin ella...
No responsabilizo a la mina. Planteo que una cosa son las cifras del crecimiento económico y otra las del desarrollo. El progreso, en términos de la población, no es evidente. ¿La actividad minera genera tanto crecimiento como se dice o genera cifras macroeconómicas? El Estado debe reflexionar sobre esto y ver cómo se resuelven los problemas de desarrollo. La minería tiene una responsabilidad social también.

Esa es una crítica a las autoridades de Cajamarca...
Sí, y también al papel de la inversión privada en zonas de pobreza. Va en conjunto.

¿Qué han hecho los gobiernos regional y municipal con el dinero del canon?
Esa es una muy buena pregunta. No hay transparencia en el gasto, muchas veces va a mejorar las capitales de provincias y no beneficia a las poblaciones aledañas de las actividades mineras.

¿Cajamarca estaría mejor sin Yanacocha?
No, yo no creo eso. Su pregunta es maniquea. En términos ambientales, creo que sí; en términos sociales, no, pese a que hay sectores que no se benefician. Yanacocha puede volver a ser una oportunidad de desarrollo y no como ha sido antes: una amenaza para el ambiente. Yo no estoy en contra de la inversión privada, pero esta debe ser responsable.
La empresa ha proyectado la imagen de que aquí todo es un paraíso, pero hay serios problemas. Eso implicaría que todo el pueblo está loco y manipulado, es una explicación muy fácil. Mi compromiso es con la paz y el respeto de las instituciones.

¿Su relación con Yanacocha es mala?
No. Converso regularmente con ellos. Tengo cartas en las que agradecen las recomendaciones que hacemos. Creo que hay un sector de la empresa preocupado por los problemas, pero hay otro casi mafioso que usa a la prensa local, "El Ajá" y "El Chino" para atacar a quien no se alinee con ellos.

Se dice que usted es de izquierda, comunista.
No tengo militancia política. Soy un sacerdote que se ha especializado en políticas públicas, me especialicé en resolución de conflictos en la Universidad Católica, tengo un diploma de especialización en agua y saneamiento.

Lo vinculan con Patria Roja.
Creo que eso es una estupidez, perdone que se lo diga así.

¿Su familia no militaba en Patria Roja?
(Ríe). Oiga, qué va. Mi madre es aprista y tengo una tía que participa en el sindicato de maestros. Eso no me hace ser ni de Patria Roja ni del Apra, solo un ciudadano con derechos. Es una manera fácil de desacreditarme.

¿Lo respalda el obispo de Cajamarca?
Mi obispo ha señalado que mi papel en la pacificación y en el manejo de conflictos es adecuado e inteligente.

Se afirma que la ONG Oxfam respalda intereses mineros de Canadá que no ven como competencia la actividad en el Perú.
Eso es absurdo. Es como si criticaran a Amnistía Internacional por defender los derechos humanos. Lea sus pronunciamientos.

¿Financia su ONG?
Sí. Nos ha dado financiamiento por catorce mil dólares, pero no para el tema ambiental, sino el de derechos humanos.
MARIELLA BALBI

MARCO ARANA
Entre el campo y las aulas - Sacerdote diocesano, tiene catorce años de labor pastoral. Presta servicio religioso en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio Pueblo Nuevo de Cajamarca y en la Universidad Nacional de Cajamarca. Preside el Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (Grufides), una ONG ambientalista.
Realizó sus estudios en el Instituto Superior de Educación Teológica Juan XXIII de España, en la Facultad de Teología Dogmática de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y posee una maestría de la Pontificia Universidad Católica.