Estimados amigos:
Reproducimos y reenviamos este artículo de Humberto Campodónico, que nos remitió el Foro de Solidaridad Perú, el cual presenta cifras escalofriantes que muestran la desigualdad y poca solidaridad con quienes más lo necesitan. Los invitamos a leerlo y difundirlo.

Saludos,  Marco Arana Zegarra  GRUFIDES

La República,  H. Campodónico, 01.10. 2003: sigue aumentando la desigualdad económica

En el 2002, el 20% de pobres extremos, es decir, cerca de 6 millones de personas sólo recibieron el 3,3% del total del Ingreso Nacional. Si usted quiere alguna referencia sobre la desigualdad en nuestro país, pues esta es una de las más significativas.

Esta información aparece en el portal Internet del INEI y proviene de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del 2002 (al IV Trimestre). Dice el INEI que el siguiente 30% de la población (los denominados pobres) recibieron el 12,6% de los Ingresos. Así las cosas, la mitad de la población peruana sólo se hizo acreedora al 15,9% de los ingresos.

La clase media, el 40% que está por encima de los pobres extremos y de los pobres, recibió el 41,4% de los Ingresos, mientras que la élite, el 10% más rico de los peruanos, se llevó el 42,8% del total de los ingresos. O sea que la distancia entre el 20% más pobre y el 10% de la élite es de casi 14 veces. Y si consideramos al 10% más pobre su distancia frente a los ingresos de la élite es de 40 veces (sí, cuarenta).

La encuesta del INEI nos dice también que, del 2001 al 2002, los ingresos de los pobres extremos aumentaron en 9,6%. Es decir, que mejoraron un poquito su situación. Pero el 10% de la élite mejoró más, pues en ese periodo sus ingresos aumentaron 19,3%.

En otro informe del INEI, también publicado la semana pasada, se dice que la pobreza en el Perú se mantiene recia, en el orden de 54,3% de la población. Agrega el INEI que la variación con respecto al 2001 no es estadísticamente significativa.

Esta es otra de las razones que explica que el crecimiento económico de 5,2% del PBI en el 2002 no sea percibido por la población. Sucede simplemente que ese crecimiento se ha repartido de manera muy desigual. Por ejemplo, el índice de la Bolsa de Valores de Lima creció 18,3% del 2001 al 2002 (casi igual que los ingresos de la élite). Está claro: el modelo "chorrea" para arriba, para los que más tienen, y no para abajo, a los más pobres.

Por eso, es importante que las actuales medidas tributarias que discute el gobierno se asignen de manera prioritaria y exclusiva a gastos en salud, educación, apoyo al proceso de descentralización y a los programas sociales que llegan a los más pobres (los cuales tienen que mejorar, porque parte del gasto social se queda en el camino).


Pero lo más importante que nos dicen las cifras es que está agotado el modelo económico negociado bajo el fujimorismo. Hay que cambiarlo, para comenzar a eliminar la exclusión social y la desesperanza.