SEXTA ESTACIÓN: Jesús carga la cruz

SEXTA ESTACIÓN: Jesús carga la cruz

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En la sexta estaci&oacu= te;n contemplamos como le cargan todo el peso de la cruz, sobre el Doloroso, mal tratado cuerpo de Jesús aquellos denominados maestros de la ley y los sumo sacerdotes. Se creéron ser los únicos y perfectos cumplidores de la ley de Dios. Pero en su conciencia no existió ni siquiera un poquito de sentirse Humanos. que al mismo hijo dios hecho Hombr= e le tratáron tristemente y sin compación.

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Ahora actualmente a los mas pobres del Peru tambien nos cargan a cada uno una cruz muy pesada que es el Hambre, miseria, explotación existe una pequeña porción de peruanos= que se creen ser los únicos perfectos y justos en su sabiduría se creen ser los unicos capaces de poder governar el Paíz, se creen ser= los unicos que tienen derechos a comer bien, vestir bien y vivir una vida bien cómoda. En sus manos de ellos está todo el poder y toda la economía del Paíz. Entre ellos se pagan muy buenos sueldos. P= ara sentarse en las oficinas se han combertido ya en los grandes millonarios del Paíz. Pero ninguno de ellos, llega ha pensar y sentir con un corazón Humano que hay muchos miles de Cristianos muy pobres que viv= imos moribundos aplastados por la pesada cruz que es la extrema Pobresa el Hambre la miseria. Nosotros somos los sobrevivientes del tercer Mundo tan solamente con el Polvo de la tierra y el sudor de nuestra frente.

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Pueblo: = ; - ya esta con nosotros éste que tanto nos molestaba y contradecí= ;a nuestra ley ¡que muera cricificado! ¡que muera crificado.!<= /span>

Ricos: &= nbsp; - “Yo gano 20 mil nuevos soles mensual”.

&= nbsp; &nbs= p; - “Yo gano 30 mil nuevos soles mensual”.

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Siete cru= ces cargados con: Hambre, Pobreza, Miseria.

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SEXTA ESTACIÓN . Comentarios<= /span>

José Espíritu:

Ahora nos encontramos contemplando la sexta estación del Vía Crucis de Jesús. Aquí en lo original de Jesús estamos viendo ya = como lo carguen la cruz a Jesús. Tal vez, volviendo a repetir, en aquel tiempo tal vez no fue así la vestidura de las autoridades, la vestid= ura de Jesús, la vestidura de los sacerdotes no fue así. Pero, pa= ra hacer entender, que Jesús también se repite en nuestra histor= ia, lo hemos dibujado aquí; los militares como usan hoy su vestimenta, l= as autoridades con su terno, los sacerdotes tal vez con su vestidura de sacrif= icio y también están acompañando también aquí= los señores que son más valientes que no respetaron a Jesú= s y ahora, también, en cualquier caso que hay, los señores también están siempre adelante. Vemos a Jesús con su c= ruz a cuestas. Puesto su poncho, su sombrero y, tal vez, cuando vamos a cualqui= er parte llevamos nuestro poncho, nuestro sombrero. Entonces creo que hemos he= cho eso, como repito, para hacer entender a la gente de aquí de Bambamar= ca.

Y despu&e= acute;s pasamos a ver lo nuestro, nuestra realidad, cómo es hoy aquí = en Bambamarca. Nosotros tambi&ea= cute;n en aquí todos los pobres cargamos nuestra cruz y esa cruz es esta pe= sada vida diaria que llevamos. Por ejemplo, para nosotros también una cru= z es el hambre, la miseria, la pobreza, todo el sufrimiento que tenemos que pasar todos los días, es una cruz para nosotros, es una pesada cruz. Todos= los días en el campo salimos a veces con nuestra lampa a la chacra, a ve= ces las mujeres -aunque aquí en el cuadro no representa- también = es una pesada cruz que también les toca lavar, cocinar, cuidar los animales, cría los muchachos, también es una cruz para las señoras.

Mientras = que hay gente que no.. nos obligan a cargar esa cruz, son los grandes que tienen el poder, todo el dinero, toda la economía, pero ellos no son capaces de mirarnos a nosotros que estamos sufriendo, ahora, en esta manera. Eso es lo= que representa aquí en este cuadro del vía crucis, que nosotros también cargamos esta cruz. Haber tal vez don Cande, ayude a observar más lo que hay aquí en el cuadro.

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Candel= ario:

Realmente= a sexta estación nos hace recordar muchas cosas en la vida. Especialmente quisiera recordar de que estas fotos de los trabajadores, que están trabajando con su pico, cargando su cruz, ya sabemos que eso es sufrimiento. Los que están con su bolsa de dinero en soles, en una pare que dice = 30 mil soles y en otro 20 mil soles, son aquellos que ganan un buen sueldazo.

En cambio= los campesinos no tienen sueldo, es una gran diferencia que hay. La ciudad tiene muchas comodidades, desde luego, su luz eléctrica, las luces en las calles, está un poquito más acomodado la casa, mientras que e= n el campo no. En el campo, a veces, en una sola chocita, en una sola casita ahí se duerme, se come, hay conversa y a veces a los animalitos, los cuycito tenemos a nuestro costadito, nuestro perrito, nuestro gatito.... a veces en el campo es así.

Yo me acu= erdo una vez, viendo toda esta situación del campo.... a veces no tienen agua= , no sabe como hacer un huerto familiar, unas cuantas hortalizas para poder sementar, le propusimos a monseñor Dammert si sería posible, = juntar esas aguas porque, por ejemplo, cuando el Cumbe veníamos por toda esa bajada, se desperdiciaba en el camino, se hacia barro. Sin embargo, las cha= cras ahí secándose, los maicitos. Cómo se puede utilizar pa= ra que esa agua ayude a crecer a las plantas, a regar siquiera esos pastos al menos para los animales. Entonces, le propusimos a monseñor diciendo: ¿No se podría potabilizar el agua? O sea traer en tubos. Tray= endo en tubo, haciendo pozos, creo que ahí se mantiene el agua y de ahí se sirve para regar, para los animales. Realmente monseñor nos escuchó y eso fue la primera instalación que hicimos en el Ahijadero, la estación de agua potable. Realmente fue de ayuda = para los campesinos, pero a veces se necesita seguimiento para tipo de administración, porque hay problemas también dentro de administración. Se rompe un tubo, uno presta la llave, uno deja pasa= r el agua para allá, para acá no... de hecho ha servido mucho.

Hoy hay g= randes proyectos que están haciendo agua potable en el campo, eso una parte= . En la otra parte también se está haciendo gestiones para que haya luz en el campo. Ya creo que este trabajo del monseñor Dammert ha te= nido mucha resonancia, mucho comenzar para que se continúe, se está continuando. Pero, si podemos observar de esa época hasta hoy ha hab= ido un crecimiento en la población. Y la población se encuentra c= asi en la misma situación o a veces peor. Con todo esto que ha hecho el gobierno, el país, que se han aprovechado la gente de toda la plata,= el dinero, mientras que el pobre, el humilde, sencillo siempre sigue... Digamo= s, parte de la municipalidad, no les importa a ellos nada. Cumplen sus le= yes, nos ajusta y mas la ley es para el pobre que para el grande... es lo que di= ce este cuadro, como lo he visto, en la sexta estación.

En cuanto= a los impuestos, a los que se llaman predios rústicos el campesino paga. Por sus tierritas pagan lo qu= e se llama predio rústico, así como en la ciudad se paga los predi= os por las casas que uno vive. Pero en realidad no hay una información donde el alcalde diga, bueno, el dinero que ustedes están pagando po= r su terreno invertimos acá en esto, no hay. Una vez a don Esteban le digo hay que hacer un cabildo abierto cuando estaban instalando el agua potable aquí. Había una compañía que fue enjuiciada en = la costa creo, en tres lugares estaba enjuiciado ante el poder judicial, ante = el fiscal y sin embargo se reunieron acá, se cerraron con el alcalde, c= on unos cuantos e hicieron el contrato para hacer la instalación del ag= ua potable. Como se llama “Cuña y Peralta” (?), una compañía, que también se instaló en Chota.

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Entonces, no aceptaron que se consul= te al pueblo, se nombró un comité aparte en defensa del pueblo, de = que se haga un cabildo abierto y se informe al pueblo y el señor alcalde= , a pesar de todo eso, hizo su contrato y se encerraron ahí. ¿Qué pasó después? Comenzó a romperse los tubos en diferentes lugares... Uno venía a la ciudad roto un tubo por allá, otro por acá, comenzaron a romper, porque la calidad de tubo no era la calidad adecuada para la resistencia. Entonces, justamente, todavía las autoridades del alcalde hacen lo que a él le pare= ce, encerrándose ahí no más él... es una cosa... Bu= eno, como le digo... ¿por qué usted no hace un cabildo abierto? Mi= re usted, informe el pueblo, el pueblo está piteando en contra de usted, que usted no informa, porque no hace ustedes una reunión. Usted info= rma al pueblo. No, dijo, don Candelario porque tengo miedo el pueblo estar&iacu= te;a encima. Tenia miedo... no, no= , no dijo. Tenía miedo.

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